El refranero español es amplio y lleno de referencias… Pero, ¿sabe que hay algunas muy interesantes en relación a la odontología?
Queremos hablarle de la expresión «A caballo regalado… no le mires el diente» también existe la versión «A caballo regalado… no le mires el dentado»
Esta es una expresión muy utilizada dentro de la lengua española, y muchas veces se utiliza solo la primera parte («a caballo regalado»… ) dejando el resto a la interpretación del oyente. Tiene su origen en la ferias de ganados y se recoge en varias obras literarias posteriores, como por ejemplo Memorias de un pavo de Gustavo Adolfo Bécquer.
Esta expresión tiene su raíz en en la evaluación que realizan los expertos cuando miran los dientes de un caballo para saber cosas como la edad, la salud, procedencia, el tipo de dieta que ha llevado… Básicamente podían valorar al animal solo mirándole los dientes. De hecho en las etapas en las que existía de forma generalizada la esclavitud humana, una de las cosas que se tenían en cuenta a la hora de comprar un esclavo era la dentadura. No sólo porque da una idea de la edad, sino porque es como una especie de garantía, cuanto mejor sea una boca/dentadura, mejor se podrá alimentar el animal/persona por lo que debería gozar de mejor salud.
Este hecho nos hace conscientes de la importancia que tienen las piezas dentales para los que pueden interpretarlas: pueden tener información muy importante sobre nuestra salud y estado general. Por ello el odontólogo es uno de los profesionales de la salud que puede prever más enfermedades.
Este refrán nos recomienda aceptar aquello que nos regalan sin pensarlo demasiado, evitando la descortesía de analizar exhaustivamente la calidad del obsequio, así como resaltar sus defectos o fallos o ponerlo en valor.
Lo curioso es que en otros lugares la expresión existe pero con otra parte del animal y se dice: «a caballo regalado no se le mira el pelo», como en Argentina, y en otros lugares se es más específico respecto a la pieza dental y se habla de «a caballo regalado no se le mira el colmillo» como en Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua.