Escrito por:
Dr. Jordi Cambra
Cambra Clinic
Los implantes dentales son un tratamiento dental fijo y duradero para aquellos casos en los que se han perdido una o varias piezas dentales. Consiste en la colocación de una raíz de titanio en el hueso maxilar para, posteriormente, incluir una prótesis dental que se encargará de sustituir el diente o dientes ausentes.
Puesto que el implante dental es de titanio, material biocompatible, se integra perfectamente con el tejido óseo, permitiendo un soporte fuerte y sólido como si de la raíz de un diente natural se tratase.
Los implantes dentales constan de tres partes con funciones diferentes:
- La raíz de titanio que se fija al hueso maxilar.
- La corona o la prótesis dental, es decir, la parte del implante dental que imita en apariencia al diente natural. Esta parte es la única que queda visible en la boca.
- El pilar transepitelial, pieza que une ambas partes para asegurar una máxima fijación.
Puesto que la raíz de titanio del implante está integrada con el tejido óseo, nos proporciona una mayor sujeción, por lo que no existen molestias a la hora de comer cualquier tipo de alimento ni al hablar. En comparación con las dentaduras postizas que tienden a moverse con facilidad, los implantes dentales aseguran una fijación duradera.
¿Qué tipos de implantes dentales existen?
La evolución en las técnicas utilizadas en Odontología e Implantología, han favorecido la aparición de distintos tipos de implantes dentales. Los más utilizados son:
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- Implantes de carga inmediata. Mediante esta técnica de implantología se colocan los implantes dentales justo después de proceder a la extracción dentaria, usando una prótesis dental provisional hasta que haya transcurrido el tiempo estimado por el implantólogo. De esta manera, el paciente puede volver a sonreír de manera natural en 24 horas.
- Implantes tradicionales o de dos fases. En una primera intervención, se coloca quirúrgicamente la raíz del implante en el hueso y, en una segunda fase, se coloca la corona. Entre fase y fase es necesario dejar un periodo de 3 meses hasta comprobar que se ha producido adecuadamente la cicatrización entre el hueso y el implante dental.
Asimismo, hay que tener en cuenta que para que un paciente pueda ser tratado con implantes dentales, es necesario asegurarse previamente de que posee la suficiente cantidad de hueso maxilar como para poder fijar adecuadamente el implante.