El doctor Vicente Jiménez, socio de BQDC, ha recibido, recientemente, en Brasil la Medalla al Mérito Científico que le ha entregado la Federación Internacional de Ortopedia Funcional de los Maxilares (FIOFM). Un reconocimiento a su carrera profesional, pero también al hecho de haber sido impulsor de la implantología en España y ser un experto en oclusión y en disfunción temporomandibular. De todo ello, hemos hablado en esta entrevista.
¿Qué supone para usted haber recibido este reconocimiento?
Para mí, es un gran honor recibir esta medalla, pues demuestra dos cosas, el nivel de la odontología en este país, España, que tiene un reconocimiento Internacional, por un lado, y por otro, que el trabajo de muchos años ha sido reconocido por una Fundación Internacional de gran prestigio.
Tal vez no era yo la persona que reunía todos los adjetivos calificativos que se nombraron a lo que hago de la Reunión, pero la verdad, se agradece mucho recibir frases tan cariñosas, que me hicieron sentirme muy halagado y honrado. Así que gracias a todos los que hicieron posible este acto.
Está considerado el impulsor de la Implantología en España, ¿qué avances destacaría en esta materia?
Lo puedo resumir, en una palabra, TODOS, con mayúsculas. Cuando fuimos en el año 1984 a Suecia, más específicamente a Goteborg, y conocimos al profesor Branemark, el Dr. Martínez Corría y yo descubrimos un sistema que permitía que los pacientes desdentados pudieran volver a tener la función masticatoria en su boca, sin tener muy en cuenta la estética. En la actualidad, se ha producido un cambio de 180 grados y es la estética la que prima sobre la función.
Es una pena asistir a congresos nacionales e Internacionales de Implantología y que el tema de la oclusión y de cómo hacer una rehabilitación oral para que sea fisiológica para el sistema estomatognático haya desaparecido absolutamente.
Es como si fueras un fabricante de zapatos y solo te fijaras en que fueran bonitos y no tuvieras en cuenta que también fueran cómodos y no crearan rozaduras en los pies, ni desequilibrios en las caderas. ¡Qué pena que haya cambiado así la mentalidad en la profesión!
“Los avances permiten obtener resultados que hacen felices a los pacientes”
En mis viajes por el mundo dando conferencias y cursos, fundamentalmente de oclusión, la gente se acerca a darme las gracias, aunque nos los conozca de nada, y decirme que desde que tienen en cuenta la oclusión en sus trabajos todo funciona mucho mejor y que ahora son felices. Me agradecen los libros de oclusión que he escrito.
Los avances en cuanto a diseños, superficies y materiales han sido fantásticos, lo que permite, una vez se ha estudiado perfectamente cómo evoluciona el hueso durante la osteointegración, obtener los resultados que actualmente hacen felices a los pacientes.
Pero, por favor, no olvidemos lo importante que es evitar la iatrogenia funcional en nuestros tratamientos.
Y como experto internacional en oclusión y en el síndrome de la disfunción de la articulación temporomandibular (síndrome ATM), ¿en qué momento se encuentra el tratamiento de este tipo de trastornos que afectan a los músculos asociados a la articulación?
Este campo ha evolucionado, en mi opinión, menos que la implantología. Probablemente sea porque, desde un punto de vista económico, recibe menos ayudas de las casas comerciales. Se intenta también apuntar la oclusión como punto importante de la etiología de este Síndrome.
Es uno de los motivos que a mí me mueve a realizar vídeos en 3D, donde se demuestra clínicamente cómo influye la oclusión en el desarrollo de la creación de lesiones intraarticulares, como puede ser la patología de menisco. Hoy en día, hablar de patología articular, estrés, parafunciones y oclusión, tiene que realizarse en tres dimensiones para analizar y comprobar cómo influyen todos estos factores en conjunto.
En su tratamiento, se juntan problemas con los seguros médicos, donde tocar oclusiones en boca o colocar coronas o hacer tratamientos de ortodoncia no están cubiertos y eso motiva diferentes enfoques en los mismos que, sin duda, también dan menos resultados, pero que en mi opinión, se alarga en el tiempo y complica la obtención de soluciones a largo plazo.
Es como si tienes una piedra en un zapato. Existen dos formas de solucionarlo, una es enseñar al paciente a andar con ella y la forma de poder evitarla; otra es, sencillamente, eliminar la piedra.
Para mí, estas son las dos maneras de tratar la disfunción en general, enseñar al paciente a vivir con ella o intentar eliminar las causas que la provocan.
“Se ha introducido la medicina también en estas áreas que, hasta ahora, eran solo dentales”
No cabe duda de que se ha ampliado el campo de actuación de estas enfermedades en el área del sistema estomatognático y se están obteniendo muy buenos resultados al tratar enfermedades sistémicas, que también producen dolor. Es decir, se ha introducido la medicina en esta área, hasta ahora solo dental.
Tampoco quiere decir que todo el que padece síntomas de disfunción, tiene que tenerlas. Pero, por favor, analizar siempre la oclusión del paciente, no solo en prematuridades, sino también en interferencias en movimientos de trabajo y no trabajo. Puede causar muchos problemas a nivel articular, sin olvidar el estrés, las malformaciones, las lesiones musculares, la osteopatía,…
Es decir, mejor dar siempre un tratamiento multifactorial. De hecho, en 1980, cuando abrimos la primera Sección de ATM en el Hospital Gregorio Marañón, teníamos en nuestro equipo un fisioterapeuta y un psicólogo. Y esta ha sido nuestra filosofía de trabajo en este Síndrome hasta el día de hoy.
¿Cómo puedo saber si sufro disfunción ATM? Y ¿qué aconseja a los pacientes que padecen algún tipo de disfunción temporomandibular?
Cuando al realizar cualquier movimiento en la mandíbula se produce dolor de alguno de ellos, hay que estar atento. Cuando no te han diagnosticado la causa de tus dolores faciales, de cabeza y cuello o el origen de tus vértigos o mareos, si tienes dificultad para abrir la boca o se producen ruidos. Yo recomiendo que siempre que se tengan estos síntomas, hay que visitar algún especialista en disfunción ATM para que haga un estudio.
Para los casos más severos, ¿es partidario de la intervención quirúrgica?
En mi opinión, la mejor operación es la que no se hace. Creo que se debe crear un medio fisiológico, para que, con la capacidad de adaptación, el organismo intente adaptarse a la nueva situación creada, donde no existan sobrecargas, haya desaparecido el dolor y todo funcione de una manera lógica.
Es decir, yo creo que las intervenciones quirúrgicas sólo deben realizarse, cuando se hayan intentado soluciones no agresivas. Pero, para ello, tenemos que saber cómo se hacen y llevarla a cabo de una manera multifactorial, si no sabes, remite al paciente a un especialista.