

Escrito por:
Dra. Elena Ruiz Capillas
Clínica Ruiz Capillas
Es un producto para cuidar la higiene bucal también llamado seda dental. Se utiliza para poder limpiar y eliminar la placa bacteriana y los restos de alimentos que se acumulan entre un diente y el contiguo.
El hilo puede ser encerado o no, el primero es más fácil de introducir entre los dientes que tienen contactos muy fuertes con los adyacentes, en cambio el no encerado elimina más placa. Respecto a la forma, existe una variante del hilo denominado cinta, que es más ancha y plana, limpiando más superficie. También se puede clasificar en función de su material (nylon, PTFE), su número de fibras (monofilamento o multifilamento) o su sabor.
¿Por qué debería usar hilo dental?
Su uso es de gran importancia ya que a las superficies interdentales (entre dientes) no llegamos con el cepillado convencional. Si solo nos cepillamos, sin realizar algún tipo de limpieza interdental, estamos realizando una higiene incompleta de nuestra boca.
El uso del hilo dental debe formar parte de nuestra rutina y utilizarlo al menos una vez al día, aunque no percibamos la presencia de restos de comida. Así podemos prevenir la aparición de caries, gingivitis, periodontitis o halitosis (mal aliento).
Cómo usar el hilo dental
Se debe cortar un fragmento de hilo de bastante longitud (unos 45 cm), enrollarlo en los dedos anulares de cada mano y dejar un espacio entre ambos de 3-5 cm que sujetamos con pulgares e índices.
Empezamos por un extremo del segmento y lo introducimos con suavidad entre dos dientes, hasta traspasar el contacto entre ambas piezas sin lesionar la encía. A continuación, se desliza el hilo entre el triángulo de encía (papila) y uno de los dientes, recorriendo su superficie, y después entre esa papila y el otro diente. Se profundiza todo lo posible, pero sin forzar ni presionar en exceso, nunca debe haber dolor.
Es muy importante que cada vez que terminamos en un punto interdental y pasamos al siguiente, tomemos una sección limpia de hilo dental, enrollando de un dedo y soltando del otro. También debemos seguir un orden para pasarlo entre todos los dientes sin olvidarnos ninguno, aunque no observemos restos de alimentos, ya que la placa bacteriana no se aprecia a simple vista.
En los casos en que los espacios entre dientes sean amplios es preferible utilizar los cepillos interdentales para higienizar estas superficies, dejando el hilo o la seda para los espacios estrechos donde no quepan los cepillos.