Hay ocasiones en las que los niños no colaboran todo lo necesario con el dentista a la hora de realizarse un tratamiento dental, ya sea porque se cansan de estar sentados o porque sufren de odontofobia (miedo al dentista). Para estos casos, la sedación consciente es la opción idónea para poder tratarles de la forma más segura e indolora.
¿Quieres conocer en qué consiste este proceso? ¡Te hablamos sobre él a continuación!
¿Qué es la sedación consciente?
La sedación consciente es un método totalmente seguro por el cual se induce al paciente a un estado de relajación y sosiego antes de comenzar un tratamiento dental. Para poder realizarlo, es necesario contar con una formación y un equipo adecuado. Los niños estarán monitorizados en todo momento, por lo que su bienestar está completamente asegurado.
Este tipo de sedación permite que los niños entren en un estado de relajación, lo que facilita según qué procesos y hace que el paciente viva su visita al dentista sin ningún estrés. Existen dos tipos de sedación consciente, en los que el paciente podrá responder a todos los estímulos que se le presenten.
- Sedación consciente intravenosa. Se le administra un medicamento sedante diluido en suero, lo que permite poder administrarlo lentamente por medio de un gotero. Así, se dosifica correctamente y no supone ninguna molestia para los niños.
- Sedación consciente por inhalación con óxido nitroso. Este gas, conocido popularmente como “el gas de la risa”, relaja a los pequeños pacientes que vienen al dentista con un estado de moderada ansiedad, lo que les ayuda a perder la sensación de miedo al dolor. El paciente puede ver y oír, y es capaz de escuchar y responder a todo lo que el dentista le indique.
Beneficios de la sedación consciente en tratamientos con niños
- Uno de los beneficios más importantes es que los niños están conscientes durante todo el proceso. Percibirán el paso del tiempo de otra manera al estar más relajados, lo que permite que el proceso sea mucho más cómodo tanto para el dentista como para el paciente, quien coopera durante el tratamiento.
- Disminuye la ansiedad del paciente, sobre todo cuando hay que aplicar una anestesia local, cuyo uso sigue estando presente a pesar de que el paciente esté bajo los efectos del óxido nitroso.
- Permite que el dentista realice ciertos tratamientos mucho más fácilmente y en una sola sesión, lo que supone una mejor experiencia en la consulta y ayuda a paliar el miedo al dentista de los más pequeños.
Gracias a la sedación consciente, los niños acudirán a la consulta con una mayor seguridad y la verán como un espacio amigable. Esto provocará que, cuando crezcan, puedan acudir a su odontólogo sin miedo y con la frecuencia recomendada (dos veces al año), cuidando de su salud bucodental óptimamente.
¿Tienes alguna duda sobre la sedación consciente en tratamientos con niños? Ponte en contacto con BQDC o con alguna de las clínicas que forman parte de nuestra Asociación.