Durante muchos años se ha considerado la salud bucal y la boca como algo aislado. Pero poco a poco esta tendencia va cambiando y ya hoy se contempla como una parte importante del cuerpo humano por su relación con otras enfermedades.
Es frecuente ver en las clínicas dentales personas mayores de 35 años con alguna afectación de las encías. “Y es la sexta enfermedad más prevalente a nivel mundial con 750 millones de personas, un 11,2%”, explica el doctor Fernando Loscos, socio de BQDC.
El doctor Loscos fue invitado por la Universidad de Zaragoza para dar una clase magistral en el acto académico celebrado en Huesca con motivo de la festividad de San José de Calasanz.
La etiología de la enfermedad periodontal es infecciosa, es decir, está provocada por bacterias y sus enzimas que pasan al torrente circulatorio provocando una bacteriemia, y es inflamatoria. Hay factores modificadores entre los que se encuentran los factores genéticos.
En el momento que se produce un desequilibrio entre la placa bacteriana o biofilm y la resistencia del paciente aparece la enfermedad, en primer lugar, en forma de gingivitis y si prosigue evoluciona hacia una periodontitis.
La importancia de prestar atención a estas patologías, la detalla el Dr. Loscos, ya que estas bacterias “pueden afectar a otras partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo, aunque la aspiración de las secreciones orofaríngeas, saliva, placa bacteriana y pus de las bolsas periodontales, pueden introducirse en las vías aéreas y generar infecciones pulmonares”.
Se ha sugerido el posible desplazamiento de bacterias a través de la saliva a otras partes del cuerpo, “pero los datos en este momento son limitados, aunque sí que hay evidencia más consistente de que se puedan generar infecciones en otras partes del cuerpo como ojos, corazón, con una endocarditis infecciosa, cerebro, piel, tejidos blandos, huesos y articulaciones”.
Pero la evidencia más destacada es con las enfermedades cardiovasculares isquémicas. El doctor Loscos recuerda que hay un riesgo 4,3 veces superior de padecer accidentes cerebrovasculares; 2,1 de infarto de miocardio y 2,3 de enfermedad vascular periférica.
Lo mismo sucede con la diabetes, “hay una evidencia muy clara y bidireccional de tal manera que una diabetes descompensada empeora el estado periodontal y una periodontitis avanzada compromete el control glucémico”.
En el embarazo, dado el aumento de las hormonas esteroideas sexuales femeninas y en presencia de placa bacteriana, pueden potenciar la presencia de problemas gingivales haciendo que el número de partos prematuros y nacimientos de bajo peso sea mayor. Además, parece que aumentan las posibilidades de preeclamsia en la embarazada.
Hay líneas de investigación con la disfunción eréctil, alzhéimer, artritis reumatoide e incluso cáncer de esófago, para evidenciar la relación con la enfermedad periodontal y que el control de dicha enfermedad puede ser útil para tratarlas.
Por todo ello, desde BQDC se recuerda que es imprescindible el diagnóstico precoz de la enfermedad por parte del dentista y que los endocrinos, cardiólogos, ginecólogos y médicos en general tengan en cuenta esta relación para promover medidas de higiene bucal, test de detección (sobre salud gingival, para ver la enfermedad periodontal respondiendo a un cuestionario) y ante la duda remitir al paciente al odontólogo.
Prestar atención a la primera señal, la gingivitis
El primer estadío de la enfermedad es la gingivitis o inflamación de las encías, que es fácilmente reversible, pero si se instaura la periodontitis ya es una lesión en general irreversible, que necesita un tratamiento específico y unos controles posteriores como si de una enfermedad crónica se tratara.
Generalmente, produce secuelas como pérdida ósea y en casos muy avanzados, la movilidad y la posterior pérdida del diente.
“El mejor tratamiento es la prevención y enseñar a la población a que realice medidas higiénicas adecuadas. Si no hay placa bacteriana no hay problemas gingivales”, apunta el doctor Fernando Loscos.
Atención a los implantes
La colocación de implantes sin el debido asesoramiento y profesionalidad está provocando la aparición de nuevas patologías como la mucositis (equivalente a la gingivitis en el diente) y la periimplantitis (periodontitis del implante), que están provocadas por unas bacterias similares a las de la enfermedad periodontal.