Desde BQDC queremos ofrecer información sobre algunas expresiones relacionadas con la boca y los dientes para explicar su origen, de dónde provienen y su significado. Por ello hacemos una recopilación de las más célebres y utilizadas.
Muchas veces hemos utilizado la expresión «se me hace la boca agua«. Una bonita expresión vinculada a que algo nos gusta mucho. Queremos explicar de dónde proviene esta frase hecha que tantas veces utilizamos en nuestro día a día.
Habitualmente está relacionada con comida: se nos hace la boca agua delante de un plato delicioso. Pero no solo es por su mera presencia, porque también puede tener qué ver con el recuerdo de un plato delicioso o porque estamos cocinando. Este deseo por la comida provoca salivación, que viene inducida por la secreción de jugos gástricos.
«Hacerse la boca agua» es por tanto una reacción fisiológica de un flujo exagerado de saliva. Cabe destacar que en el reino animal esta reacción sucede de forma incluso más exagerada: al oler la comida o aproximarse la hora de comer los perros salivan de forma muy obvia, y casi literalmente se les hace la boca agua.
De hecho un médico ruso, Ivan Petrovich Pavlov, realizó un experimento en este sentido: empezó a hacer sonar una campana justo antes de darles de comer. En poco tiempo los perros salivaban solo por el hecho de oír la campana porque reconocían que tras este momento les darían de comer. A nosotros, los humanos, nos pasa lo mismo que a los perros. Con oler o ver una comida que nos resulta apetitosa, ponemos a cien nuestras glándulas salivales y la secreción de jugo gástrico.
Además esta expresión ha dejado de estar únicamente vinculada a la comida o la idea de la misma, sino se relaciona, en sentido figurado, con todo aquello que nos apetece mucho o sucesos deseados que están apunto de suceder.
Es una frase hecha que tiene mucho que ver con la fisiología del cuerpo humano. A partir de ahora cuando digamos ¡se nos hace la boca agua! ya sabemos que tiene qué ver con la secreción de saliva.