En Odontología, la oclusión tiene una gran importancia, ya que de ella depende en gran parte la salud de los componentes del sistema estomatognático (dientes, implantes, encías, musculatura masticatoria…). Pero ¿qué es exactamente la oclusión dental? Lo definimos como la relación que se establece entre los dientes de la arcada superior y la inferior.
“En la clínica dental debemos valorar el sistema estomatognático en su conjunto, para que una mala oclusión no dañe al paciente”, destacó la Dra. Beatriz Martín Nieto en la última reunión de socios de BQDC que se celebró en junio.
El papel de la Oclusión reside en controlar la intensidad de las fuerzas que llegan a los dientes y a los implantes. Ya que, tal y como explicó la Dra. Martín, “hay pacientes con fricción en los dientes posteriores, lo que provoca movilidad, desgastes, fracturas…”.
Tipos de oclusión
Existen tres tipos de oclusión: fisiológica o normal, no fisiológica o traumática y óptima o terapéutica.
La oclusión óptima supone que hay apoyos estables en todos los dientes y una correcta guía anterior. Por otra parte, la consecuencia de una mala oclusión es la aparición de problemas en todos los niveles del sistema estomatognático, como daños en los dientes y los implantes. “Cada vez se ven más este tipo de pacientes, muy jóvenes y con mucho desgaste dentario”, lamenta la Dra. Beatriz Martín, que añade que en estos casos se recomiendan tratamientos mínimamente invasivos.
Los orígenes de la mala oclusión suelen ser de etiología multifactorial: desde ausencia de piezas dentales, bruxismo, el empleo de prótesis dentales mal adaptadas o articuladas, e incluso motivos genéticos.
También es muy importante tener en cuenta la oclusión en caso de las prótesis sobre dientes o prótesis sobre implantes. En el caso de las prótesis sobre implantes es vital controlar la oclusión para intentar minimizar las fuerzas que va a recibir el implante para que dure el mayor tiempo posible.
T-Scan y tratamiento oclusal
Hoy en día, tal y como explicó la Dra. Martín, “la digitalización ha llegado a muchas de las áreas qua antes se hacían manualmente” y la oclusión no es una excepción.
Dentro de estos avances tecnológicos destaca el T-scan, un software que se utiliza para medir las disfunciones de la articulación temporomandibular (aquella que une la mandíbula con el cráneo) y para valorar la oclusión dental, aspectos muy importantes de cara a mejorar la función masticatoria del paciente y su salud oral en general.