En la actualidad, existen recursos para colocar implantes dentales de una manera totalmente indolora. Con la ayuda de la anestesia local y la sedación endovenosa, conseguimos que los pacientes no sientan absolutamente nada.
Una vez los implantes están integrados, los dientes nuevos se fijan en los implantes y no descansan sobre la encía, lo que es mucho más cómodo y natural que las dentaduras tradicionales.
Los tiempos en los que acudir a la clínica dental era un motivo de miedo y ansiedad, prácticamente han desaparecido como resultado de la aparición de nuevas técnicas quirúrgicas y métodos de anestesia y sedación que hacen que la visita al gabinete dental no se convierta en un proceso traumático.
Como indicábamos, la colocación del implante dental se puede hacer mediante el uso de anestesia local, donde el profesional, coloca la anestesia, cuidadosamente, en la zona de la intervención. Una vez la anestesia ha hecho efecto, el paciente se podrá relajar, ya que, mientras el cirujano esté trabajando en la zona, no notará dolor alguno.
Para aquellos pacientes en el que el miedo o ansiedad les supera y son incapaces de relajarse, es posible realizar la colocación de los implantes mediante sedación consciente, donde un anestesista, administra, vía intravenosa, una combinación de fármacos que producen en el paciente relajación y bloqueo del dolor. La recuperación de este tipo de procedimientos es inmediata, por lo que el paciente podrá retomar sus actividades habituales poco después de salir