Escrito por:
Dr. Jaime Gil
Albia Clínica Dental
Un absceso dental es un acumulo de pus localizado en la punta de la raíz de un diente, que puede extenderse hacia el hueso de alrededor. El origen de esta infección bacteriana se debe a una necrosis pulpar del diente, el cual está afectado por una caries o una fractura.
Clínicamente, se caracteriza por una hinchazón muy dolorosa que aparece en la encía. También hay casos en los que no hay dolor.
Cuando el absceso evoluciona, y se abre al exterior, proceso conocido como fistulización, aparece un punto blanco-amarillento en la encía al través sale hacia afuera.
El tratamiento del absceso periapical cuando se puede salvar el diente es la endodoncia acompañada de tratamiento antibiótico y antiinflamatorio. En los casos más graves puede ser necesario la extracción dental.
Absceso periodontal
Es una acumulación de pus localizado en el espacio entre el diente y la encía, afectando a los tejidos que están alrededor del diente.
El origen de esta infección bacteriana es la enfermedad periodontal en la mayoría de los casos, por un acumulo de cálculo o sarro, aunque también puede aparecer por depósito de un cuerpo extraño, como un alimento, en el espacio gingival. Se caracteriza por una bolsa periodontal profunda con pus en su interior y cuya zona de drenaje se cierra.
El tratamiento habitual es un drenaje y limpieza profunda de la zona afectada, antibiótico y antiinflamatorio.