Escrito por:
Dra. María García Gargallo
Clínica Costa Codina
¿Qué es la erosión dental?
La erosión dental es la pérdida de estructura dental como consecuencia del contacto prolongado y frecuente de ácidos con la superficie de los dientes.
¿De dónde proceden dichos ácidos?
Los agentes ácidos pueden proceder o bien del interior de nuestro organismo (fuentes intrínsecas) o bien del exterior (fuentes extrínsecas).
Cuando se afecta la cara interna de los dientes el origen suele estar en los ácidos gástricos procedentes de nuestro propio estómago. Estas lesiones son típicas en pacientes con trastornos alimenticios como la bulimia, con reflujo gastroesofágico o con alcoholismo.
Por el contrario, cuando es la cara externa de los dientes anteriores la más afectada su origen suele estar relacionado con determinados hábitos dietéticos (consumo frecuente y/o de forma intermitente de comidas y/o bebidas ácidas: zumo de limón, bebidas carbonatadas, vinagre, vino, aderezos para ensaladas…); con el consumo de ciertos medicamentos (ácido acetil salicílico, hierro, suplementos de vitamina C…) o con profesiones concretas en las que el paciente está expuesto a sustancias ácidas (enólogos, industriales de pilas galvánicas, nadadores profesionales…).
¿Cuáles son las consecuencias a nivel dental de las lesiones ocasionadas por ácidos?
En las fases iniciales, las lesiones solo afectan a la capa externa que cubre los dientes (esmalte); la cual adquiere un aspecto brillante, pulido y/o cóncavo.
Si estas lesiones siguen avanzando pueden llegar a afectar a la segunda capa que cubre los dientes (dentina) creando defectos más profundos y un color más amarillento de los dientes. En los casos más severos podría llegar a afectarse el nervio del diente, con el consecuente dolor dental (hipersensibilidad dental).
Por lo tanto, los efectos de la erosión dental no solo van a ser estéticos si no también funcionales ya que se modifica la forma de los dientes, y en los casos más avanzados, el paciente podría experimentar dolor espontáneo o a los cambios de temperatura y/o presión y/o a tras la ingesta de dulces. Esto último podría afectar a los hábitos de higiene del paciente y favorecer la aparición de caries y/o enfermedades de encías.
¿Cómo se trata?
Al enfrentarnos a este tipo de lesiones lo más importante es identificar cuanto antes la fuente de donde procede la sustancia ácida para intentar eliminarla y/o minimizarla y así evitar que las lesiones progresen. Suele hacerse a través de un interrogatorio dirigido al paciente y se le proporcionan instrucciones específicas según sea el origen.
En algunas ocasiones es necesario hacer un test de saliva para ver si existe alguna alteración en su flujo salival o en su capacidad tampón para neutralizar los ácidos ya que la saliva es la encargada de mitigar naturalmente el efecto erosivo de los ácidos sobre el esmalte dental.
El tratamiento de las lesiones va a depender de su extensión y severidad. Los tratamientos pueden ir encaminados a restaurar desde pequeñas lesiones mediante reconstrucciones con resinas compuestas, a amplias pérdidas de estructura dental a través de restauraciones de cerámica (coronas, carillas y/o puentes).
En aquellas ocasiones en las que el paciente experimente dolor (hipersensibilidad dentinaria), la realización de un tratamiento de conductos (endodoncia) podría estar indicado para controlar dichas molestias y mejorar la calidad de vida del paciente.