Cuidar de tus dientes desde edades tempranas hará que se disfrute de una dentadura en muy buenas condiciones en la edad adulta.
Algunos de los consejos que podemos dar para lograrlo son:
- Correcto cepillado de al menos 2 minutos de duración después de las principales comidas, siendo los más importantes tras el desayuno y tras la cena.
- Así mismo utilizar seda o hilo dental para evitar que se acumulen restos de alimentos sobre los dientes. El no utilizarlo puede favorecer la acumulación de sarro.
- Evitar la ingesta abundante de azúcares o almidones.
- Una visita al dentista de forma regular ayudará a controlar que todo esté en perfecto estado.
Durante la adolescencia pueden confluir diversos procesos que merece la pena mencionar y que enumeramos a continuación:
- Los pacientes con ortodoncia (muy habituales en estas edades) deberán extremar la precaución en la higiene ya que la malposición de los dientes y los aparatos usados para alinearlos son unos acumuladores excelentes de suciedad.
- Si el adolescente practica deportes de contacto sería conveniente diseñar unos protectores bucales que ayuden a su protección en caso de impacto y así evitar que se fracturen o dañen.
- El tabaquismo mancha dientes y encías y facilita la acumulación de sarro. Además está asociado con el cáncer bucal y la enfermedad periodontal.
- Los piercings pueden dañar los dientes y producir hemorragias o infecciones. Además según en qué zona estén colocados pueden ser grandes acumuladores de sarro.
- Trastornos alimenticios como la bulimia o anorexia harán que el esmalte se erosione y con ello que el diente se debilite.