Las muelas del juicio, también conocidas como tercer molar o cordales, suelen aparecer entre los 18 y 24 años.
Dado que nuestro maxilar se ha ido reduciendo de tamaño con el paso de los años por una necesidad evolutiva basada en la dieta actual, estas muelas no suelen tener espacio para brotar y generan problemas cuando salen. Suelen quedarse atrapadas bajo la encía o mueven el resto de dentición ya que no tienen el espacio que necesitan.
Como comentábamos estas muelas solían ser un elemento básico para la correcta masticación, pero en la actualidad no tienen un uso, por ello en muchas ocasiones ni llegan a salir.
Su extracción suele ser una de las operaciones que se realizan más a menudo en la cirugía maxilofacial y se recomienda cuando surgen infecciones, dolor durante la erupción por maloposición o porque mueven el resto de dientes así como por otra patología asociada.
Para realizar una extracción correcta se realizan varias pruebas diagnósticas como la ortopantomografía o radiología, así se ve la situación del molar y decidir la mejor manera de realizar la operación. Como ya hemos comentado en algún otro post esta es una operación indolora ya que se realiza con anestesia local y sedación intravenosa si es necesario.
Tras la intervención el cirujano o el odontólogo le dará instrucciones a seguir en casa, pero debe tener en cuenta que suele haber una inflamación tras la operación que dura aproximadamente unos dos días y puede incluir algún hematoma, además puede existir un sangrado leve.
Para bajar esta inflamación se recomienda la aplicación de hielo, para disminuir el posible edema. Igualmente es recomendable permanecer sentado, es decir, no tumbado, y a la hora de dormir se alzará la cabeza con dos almohadas.
Se debe evitar enguajes, comidas muy calientes y escupir durante los primeros días, debiendo extremar la higiene oral y manteniendo una dieta blanda y fría durante las primeras 48 h. así como evitar el tabaco.
Su odontólogo le recetará algunos analgésicos así como antibióticos para evitar posibles complicaciones y disminuir su sensación de dolor. Las suturas, dependiendo de la tipología, desaparecerán solas o tendrá que ir a que se las extraigan.
Lo normal es que una vez pasadas las 48 primeras horas empiece a sentirse mejor, y tras unos quince días recupere totalmente recuperado, es en este punto donde el cirujano o el odontólogo revisarán el estado de la zona afectada. Lo cierto es que este es un proceso que no tiene porqué representar dolor y puede solucionar problemas que se alargan en el tiempo.
No dude en consultar con su odontólogo si cree que puede necesitar extraer las muelas del juicio.