A menudo acuden a la consulta pacientes con presencia de caries en las piezas dentales. Cuando la pieza no molesta nos indica que, en la mayoría de las ocasiones, la pulpa dental (nervio) no está afectada y por lo tanto solo hay que remover el tejido cariado para eliminarlo e impedir que siga destruyendo el diente. Una vez eliminada la caries, restauraremos la pieza con composite.
Pero, ¿por qué, a veces, tras restaurar el diente el paciente nota sensibilidad, cuando antes no notaba ninguna molestia?
Como hemos citado antes, en la mayoría de las ocasiones, los dientes se restauran con un material llamado composite. Este tipo de material se coloca en el diente mediante una técnica adhesiva para más tarde endurecer mediante una luz polarizada.
Debido a estas dos caracteristicas del material de restauración, los composites pueden causar sensibilidad dental. El efecto de fotopolimerización produce en los composites un cambio en el volumen del mismo, contrayéndolos lo que provoca una pequeña alteración en las paredes del diente. Esto hace que se genere unas tensiones en las mismas, que pueden transmitirse a la pulpa dental haciendo, así, que aparezca la sensibilidad.
Normalmente, la mayoría de las obturaciones se realizan sobre las superficies oclusales del diente (por donde se mastica), por lo que la sensibilidad se percibe, sobre todo, durante la masticación, ya que es, durante este proceso donde se transmiten la mayor cantidad de fuerzas al diente, sobre todo cuando se tratan de alimentos muy duros.
Otro factor que afecta, sin duda, es la proximidad del empaste a la cámara pulpar, ya que existe más tejido cariado por eliminar con los instrumentos rotatorios, lo cual puede causar una pequeña irritación en las terminaciones nerviosas de la pulpa dental. Al ser mayor la cantidad de material restaurador que hay que poner, la contracción de la que hablábamos anteriormente será mayor.
La duración de esta situación puede variar dependiendo de múltiples factores, aunque se consideran normales un período comprendido entre dos y cuatro semanas.
Acudir al odontólogo en estos casos es fundamental para evaluar correctamente el problema.