Muchos de nuestros pacientes nos preguntan sobre remedios caseros para blanquear los dientes. La mayoría de ellos nos comentan que lo han visto en internet o han oído a familiares y amigos. A continuación trataremos de explicar las preguntas o dudas más frecuentes que nos encontramos en la consulta dental sobre este tipo de tratamiento.
-¿El blanqueamiento dental destroza el esmalte de los dientes?
A menudo mucho de nuestros pacientes temen realizarse un blanqueamiento por el miedo a que este tratamiento puede causarle algún tipo de daño en sus dientes. Es cierto que un blanqueamiento sin control y sin las pautas de un profesional cualificado puede causar daños en la estructura dental, provocando que el diente se vaya debilitando y desgastando poco a poco. Un buen diagnóstico seguido de un buen plan de tratamiento evitará este tipo de situaciones.
-¿El blanqueamiento es para siempre?
El blanqueamiento no es para siempre. Pero la duración del mismo dependerá de muchos factores. Personas fumadoras, que ingieran habitualmente bebidas como café, te o vino tendrán una duración de tratamiento menor sobre las personas que no consuman de manera habitual este tipo de bebidas. Así mismo la presencia de colorantes o chocolate, entre otros, en la dieta también acortará la duración del blanqueamiento que realicemos.
–¿El blanqueamiento perjudica a las encías?
Si el material que usamos para blanquear las piezas dentales no se coloca en su posición correcta y en la cantidad adecuada, sí que podremos encontrarnos con irritación en la zona de las encías. Aún así, en determinadas ocasiones y utilizando una técnica correcta, algo de material puede afectar a la zona gingival provocando un poco de malestar en la zona. El profesional sabrá cómo contrarrestar es tipo de situaciones.
-¿Me puedo blanquear los dientes con bicarbonato?
Al contrario de lo que mucha gente cree, el bicarbonato es material bastante abrasivo y puede dañar nuestras piezas dentales. Es cierto que al usar este tipo de producto se producirá un «efecto blanqueante» momentáneo ya que desaparecerá a los pocos días. Debido a que es un compuesto agresivo sobre los dientes, las personas que usen este tipo de productos pueden tener grandes problemas de sensibilidad dental.
-¿El limón es bueno para limpiar mis dientes?
De sobra es conocida la condición de acidez de este cítrico. Precisamente este ácido puede dañar el esmalte si se usa de manera continua y de forma abusiva. La acidez provoca un desgaste progresivo en el esmalte que hace que el diente se vaya decolorando y que la pieza dental afectada esté más expuesta a sufrir fracturas o caries. La forma más recomendable para tomar limón es con una pajita. Esto hace que no haya mucho «contacto» con las piezas dentales.
Sin duda ponerse en manos de un profesional cualificado hará que no tengamos ningún problema en nuestros dientes. Aún así y si los hubiera, el especialista sabrá en todo momento qué hacer para solucionar posibles contratiempos.