El actual dinamismo del sector dental en España ha hecho imprescindible y habitual conocer el valor económico de tu clínica dental. ¿Cuáles son estas razones? ¿Cómo calcularlo?
- Interés en integrarte con otra clínica: 1+1=3
La posibilidad de conseguir una mayor capacidad comercial, una mayor disposición de medios técnicos y humanos y una gestión más eficiente de los recursos, pueden ser razones por las cuales integrarte con otra clínica podría ser beneficioso. No olvides que tu sector está altamente atomizado y el tamaño importa.
- Entrada o salida de socios
Tal vez debas ofrecer a tus pacientes una nueva especialidad, precises incorporar una persona con mayor capacidad de gestión o de proyección comercial, o un inversor financiero…. O simplemente, un “compañero de viaje” con quien compartir tu aventura profesional y empresarial. O por el contrario, puede que te convenga negociar la salida de un socio.
- Traspaso de la clínica
El deseo de asumir nuevos retos profesionales o simplemente, la cercanía a tu jubilación, puede que te lleve a la necesidad de traspasar tu clínica y lo más importante: los pacientes como bien más preciado y que te ha costado años conseguirlos.
Estas y otras razones requieren de antemano conocer la respuesta a la siguiente pregunta:
¿Cuánto vale mi clínica?
Debes considerar dos aspectos fundamentales: el valor actual de la clínica y su capacidad futura de generar beneficios. La suma de ambos debe ser el punto de partida de toda negociación pero añadiendo tres ingredientes: sentido común, conocimiento del sector y los deseos del comprador y vendedor.
Debes analizar como mínimo la tipología de tus pacientes, mercado, competencia, formación, investigación, servicio, organización en gabinete, nuevas tecnologías, instalaciones, ubicación, calidad de gestión y asistencial, normativa, organización interna, liderazgo, equipo humano, situación económica y financiera, etc.
Se trata de identificar los aspectos susceptibles de generar o quitar valor futuro a la clínica y analizar la rentabilidad real del modelo de negocio que tienes entre manos.
Y no olvides afrontar también otras reflexiones aunque puedan resultar un poco incómodas:
- ¿En qué medida los pacientes son del doctor/a que los atiende o de la clínica?
- ¿Eres el “motor” de la clínica o el “techo” de la misma?
Todas estas cuestiones deben formar parte no sólo de tus inquietudes diarias sino también para obtener y defender el mejor valor de tu clínica.
Y siempre es recomendable acudir a una persona experta e independiente que aporte rigor, metodología e independencia. Como siempre pero más en éstos casos, no puedes ser doctor de ti mismo.
Xavier Romea
Gerente de la Asociación de Clínicas Dentales Best Quality Dental Centers –BQDC-