La regeneración ósea es una técnica frecuentemente utilizada en implantología con pacientes que requieren de un injerto de hueso antes de realizarle el implante de una pieza dental.
Al hablar de regeneración ósea se debe valorar, en un diagnóstico inicial, el hueso disponible del paciente, el hueso necesario y el hueso útil.
Procedimiento
El primer paso es conseguir una buena estabilidad mecánica de la zona herida con una buena fijación de la membrana, ya sea con clavos o tornillos quirúrgicos.
En algunos casos no es necesario el uso de membranas. Un ejemplo es el caso de defectos de hueso profundos y estrechos, donde el tejido es auto-regenerante y el relleno se mantiene en su lugar.
Estas membranas se utilizan de diversos materiales: sintéticos como el gore-tex o el teflón, y no sintéticos como el colágeno.
Injerto de hueso
Los materiales de injerto pueden ser del propio paciente (denominados autoinjertos), de un individuo de las mismas características (aloinjerto), de varios individuos (xenoinjerto) o de cerámicas cristalinas (aloplásticos).
La técnica del autoinjerto se presenta como la más eficaz, ya que no produce reacciones inmunológicas.
Cada persona es diferente, por lo que cada injerto de hueso responderá de manera diferente.
Factores como el tabaco disminuyen la vasculización, lo que afecta negativamente a la regeneración ósea.
Una vez realizado este injerto, será necesario que el paciente tome antibióticos durante los siguientes días para evitar infecciones.
El tiempo de regeneración ósea va desde los 6 hasta los 8 meses.
Las clínicas dentales BQDC son especialistas en este tipo de técnicas de injerto de hueso. Para cualquier duda al respecto, no dude en ponerse en contacto con cualquiera de ellas.