¿Por qué decidió estudiar Odontología?
Mi padre era dentista y me gustaban las manualidades. Me lo pensé y estudié Medicina con la idea de ser dentista.
¿Cuál es la parte de su trabajo con la que más disfruta?
Me gusta la variación en la profesión, por eso hago de todo, menos ortodoncia. Mi mujer se dedica preferentemente a la periodoncia, pero yo soy más generalista.
¿Qué destacaría de su clínica dental, aquello con lo que más se identifica?
Siempre hemos tenido muy claro que apostábamos por la calidad y que la atención al paciente y su satisfacción es lo principal. También hemos intentado formar un equipo con las auxiliares porque la buena armonía se contagia y además te hace el día a día más llevadero.
¿Cómo recuerda sus inicios, dónde fueron?
Mi padre falleció unos meses antes de que yo empezara a trabajar. Le eché mucho de menos porque al principio te sientes muy inseguro y es una profesión «solitaria». Eso me obligó a formarme todo lo que podía y, poco a poco, mi mujer y yo fuimos sacando adelante la clínica y los créditos.
Al estudiar mi hijo Odontología, nos obligó a cambiar de clínica a una más grande, era una ambición que perseguía desde hacía muchos años y con la que estamos muy ilusionados.
¿Qué significa para usted y su clínica dental ser miembro de BQDC?
Había oído hablar de BQDC pero no la conocía a fondo. Tener la oportunidad de pertenecer a una asociación que comparte nuestros principios y objetivos y a la que pertenecen unos «monstruos» de la Odontología, es un privilegio.
Cuando nos propusieron entrar no lo dudamos. Tenemos mucha ilusión y espero que nos aportemos mutuamente muchas cosas.
¿Cómo ve el futuro de la Odontología?
El futuro, realmente, no es muy prometedor. Sobre todo para las nuevas generaciones. Estamos en unos momentos muy importantes porque creo que el «boom» de las cadenas de clínicas con el tiempo va a ir cayendo por su propio peso, los acontecimientos recientes están cambiando poco a poco la opinión pública de esas cadenas.
Por otro lado, creo que la irrupción de los seguros va a influir mucho en la profesión. Esperemos que a corto plazo se consigan establecer números clausus en las universidades y que se reconozcan las especialidades, para que se vaya normalizando la profesión. Pero creo que esa normalización va a ser a largo plazo.
¿Cuáles serían sus herramientas odontológicas indispensables para dar la mejor atención a los pacientes?
Creemos muy importante diferenciarnos de las «nuevas clínicas» que buscan su captación de «clientes» basada en publicidades agresivas y mercantilistas. Creo que, al final, sobrevivirán los que mejor lo hagan.
Por eso, la calidad asistencial, la formación continuada y la gestión son básicas para sobrevivir. También es importante que no perdamos nuestra dignidad para que los pacientes nos respeten, ya que es una profesión actualmente infravalorada.
¿Qué consejos de salud bucodental da siempre a sus pacientes?
Siempre que tratamos a un paciente insistimos en la prevención. No solo en su mantenimiento higiénico, sino también en las revisiones periódicas. Intentamos que la revisión de nuestros pacientes sea semestral, involucrándoles a ellos en su mantenimiento.
De cerca…
Un viaje: Recorrer Europa en coche.
Un libro: La buena tierra, de Pearl Buck.
Una afición: Ir en moto y jugar al golf.
Una cita o frase con la que se identifica: Lo único imposible es aquello que no intentas.