
¿Por qué decidió estudiar Odontología?
Porque desde joven me atraía lo que podía conseguir la Odontología. Devolver una sonrisa, era lo primero que vi. “Primero me atrajo la forma, y luego la función”.
Cuando supe más, vi que podía quitar el dolor, que podía ayudar a sanar a un enfermo. También porque tenía ciencia, pero también tenía creatividad, tenía arte, pero también tenía tecnología. Y porque me era más familiar que derecho.
¿Cuál es la parte de su trabajo con la que más disfruta?
El trato con el paciente. Sin duda la parte que encuentro más atractiva y motivadora de mi trabajo es la relación humana, el hecho de estar en contacto con personas, el poder ayudarlas y ofrecerles solución a sus problemas, dar remedio a sus preocupaciones. Entiendo que es el pilar que mueve y motiva a todo profesional sanitario.
¿Qué destacaría de su clínica dental, aquello con lo que más se identifica?
De nuevo pienso que el trato cercano con los pacientes y la formación continuada. Pienso que los tratamientos muestran mejores resultados cuando el paciente se encuentra en un entorno cómodo y tiene confianza en el personal que le atiende.
¿Cómo recuerda sus inicios? ¿Dónde fueron?
Mi primer contacto con la odontología ha sido a través de mi padre, protésico. Concurría al laboratorio cuando era adolescente, y allí hice mis primeros dientes de cera y mis primeros provisionales.
No me olvido que mi primer instrumento, fue “una escoba”, que me dio mi padre, y me dijo: “Si quieres un día liderar un proyecto, tienes que dominar todas las fases del proceso”.
Luego de dudar entre Derecho y Odontología, me decidí por esta última, y fue un acierto.
Terminé la carrera de odontología en la UBA. Inicié la carrera docente en la Cátedra de Odontología Preventiva y Clínica Periodoncia. Tenía práctica privada en odontología integral. Y en junio de 1989, decido tomar rumbo a España, donde me instalo en Ronda.
Me instalo en una primera planta de calle principal, con dos gabinetes y mucha ilusión. Dispuesto a ejercer una odontología de vanguardia, que ese joven que era yo, creía poseer.
Pronto tuve que decidir entre poner aire acondicionado o un autoclave. Y aunque pasé calor ese primer verano, tuvimos el primer autoclave de mi ciudad. El crecimiento nos acompañó desde entonces.
¿Qué significa para usted y su clínica dental ser miembro de BQDC?
Otro acierto, un paso adelante. Hemos recorrido un largo camino hasta llegar hasta aquí, y supongo que para ello se han hecho muchas cosas bien, pero este nuevo paso supone una mirada hacia el futuro. Un proyecto en el que de alguna forma decimos “queremos seguir mejorando”. Y encontrar otras clínicas que piensan de esta manera y poder aunar fuerzas es realmente motivador.
¿Cómo ve el futuro de la Odontología?
Sin duda nuestra profesión tiene un futuro prometedor si nos comprometemos. A día de hoy encuentro una Odontología muy distinta a la que me encontré hace ahora casi 40 años. Todo parece avanzar muy rápido.
Llega la digitalización, y lo cambia todo. Está llegando la biotecnología y la ingeniería genética, y lo pondrá todo patas arriba. La medicalización de nuestra profesión ya es un hecho.
La medicina dental del sueño ya está en marcha. Debemos prepararnos a este nuevo ritmo que nos desafía. Es nuestra obligación ética.
¿Cuáles serían sus herramientas odontológicas indispensables para dar la mejor atención a pacientes?
Qué pregunta más difícil… Creo que hay pocos recursos que cuando uno los usa y les saca partido pueda sacarlo del saco de “importantes”. La tecnología actual es un apoyo fantástico que mejora los tratamientos en todas sus fases.
Quizás si tuviera que elegir una sola herramienta, elegiría el cerebro del clínico, que opino que es y será el único recurso indispensable e insustituible.
¿Qué consejos de salud bucodental da a sus pacientes?
Masticar y respirar correctamente, son factores esenciales para un buen desarrollo postural de los niños de hoy, y adultos sanos del futuro.
“Si tú quieres, podemos formar un equipo y salvar tus dientes y encías…
Pero solo si tú quieres, y estás dispuesto”.
De cerca…
Un viaje: Viaje por el mar Báltico
Un libro: Alexandros, de Valerio Manfredini
Una afición: La Cocina
Una cita o frase con la que se identifique: “De la conducta de cada uno, depende el destino de todos” Alejandro Magno