
En BQDental Centers hemos hablado con el Dr. Antonio Flichy, odontólogo y profesor del Máster de Cirugía e Implantes de la Universidad de Valencia, sobre el uso de probióticos y su influencia en la salud bucodental
¿A qué nos referimos cuándo hablamos de probióticos?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define los probióticos como microorganismos vivos que cuando son administrados en cantidades adecuadas producen un efecto beneficioso al hospedador. Podríamos decir que son «bacterias buenas» que ayudan a la persona que las toma en algunas funciones y mejora su salud sobre un determinado aspecto. Sería nuestra bacteria buena que coloniza la zona para dar una estabilidad a esa flora del paciente.
Su principal aplicación en la Medicina ha sido para tratar problemas gastrointestinales. Muy útil también en los bebés, quienes tienen una flora intestinal en desarrollo y con los probióticos se les ayuda a reducir problemas como las diarreas, por ejemplo.
¿Qué influencia tienen en la salud dental?
El probiótico combate contra las bacterias relacionadas con las caries dentales, mal olor o halitosis, hongos (Candida Albicans), enfermedad periodontal o periimplantaria de las encías de dientes e implantes, coloquialmente denominado en dientes como piorrea. Se observó que también tienen efectos positivos sobre la mucosa de la cavidad oral. Se ha demostrado en diferentes estudios que tienen la capacidad de crear como una pequeña capa o película que cubre los tejidos de la cavidad oral como la encía, mucosa, dientes y lengua.
En la boca siempre hay bacterias, incluso en una boca sana y perfecta, es su hábitat, viven ahí, y están en un equilibro constante que las mantiene a raya, siempre que tengamos buenos hábitos como una excelente higiene bucal.
Hasta ahora todos los tratamientos se enfocaban a la destrucción de las bacterias malas de la boca, pero pasadas unas horas dichas bacterias se volvían a reproducir. Ahora esto ha cambiado con el probiótico. Administramos dosis adecuadas de nuestra bacteria buena, como sería el Lactobacillus reuteri que está en las tabletas conocidas comercialmente como «PerioBalance». Con una tableta al día, después de una estricta higiene oral con cepillado y seda dental, mantenemos a raya a las bacterias patógenas, las malas, ya que actúan por competencia física, colonizan la zona, crean esta película sobre los tejidos y no dejan espacio para que se «peguen» las bacterias malas, reduciendo la posibilidad de desarrollar enfermedades de la cavidad oral.
No obstante, es importante remarcar que este tratamiento sin una buena higiene oral y los controles periódicos por su dentista, no tienen ningún efecto, se pueden desarrollar enfermedades igualmente.
¿Son beneficiosos para todos los pacientes?
Por supuesto, siempre bajo prescripción del odontólogo y viendo que el tratamiento puede ser efectivo, el paciente pueden tomarlo. Se considera un complemento alimenticio, así que no existen problemas, en principio, ni con diabéticos ni con personas que pudieran tener intolerancias.
Pero insisto en que es su odontólogo, tras una exploración de la cavidad oral y revisión de su situación general y sistémica, quien debe decir si es necesario y la pauta a seguir. Por ejemplo, si ya existe cálculo o sarro en la boca del paciente, primero hay que eliminarlo en la clínica dental y tras el tratamiento pautado por el odontólogo, usar el probiótico como mantenimiento del correcto estado de equilibrio.
¿Cómo se deberían tomar?
La prescripción sería una tableta disuelta en la cavidad oral al día. Esto para la fase de mantenimiento, para fases de tratamiento debe ser su dentista quien le marque la pauta pertinente. Se recomienda tomar la tableta 30 minutos después del cepillado y por la noche. Esto son solo indicaciones, ya que harían falta estudios para comparar y ver cuál es el mejor momento para tomarlos, pero dado que por la noche es cuando baja la cantidad de saliva y cuando somos más susceptibles al ataque de bacterias patógenas, es lo más recomendable.
¿Qué estudios existen sobre el uso de probióticos y la salud oral?
En numerosos estudios se ha demostrado que combaten la bacteria relaciona con la caries, las relacionadas con el mal olor de boca o halitosis, con la infección por hongos como la Candida Albicans, las bacterias relacionadas con la enfermedad periodontal o enfermedad de las encías o coloquialmente llamada piorrea.
Existe un solo estudio donde ya se demuestra también que actúa de forma beneficiosa en la reducción de la enfermedad periimplantaria o lo que sería la relacionada con las encías que rodean a un implante. Dicho estudio fue publicado por la Universidad de Valencia en el departamento de Estomatología, Unidad de Cirugía Bucal, en una de las mejores revistas médicas indexadas. Además, fue el tema de mi tesis doctoral junto a otros miembros de la unidad.
A día de hoy, me consta que otras universidades españolas están desarrollando más estudios al respecto ya que los implantes son un elemento importante también a cuidar de nuestros pacientes y un alto porcentaje de la población lleva uno o más implantes dentales.
Además de este estudio, existen otros dos publicados por dentistas del grupo BQDental Centers, que relacionan el efecto del probiótico con la enfermedad periodontal. Uno de ellos fue llevado a cabo por el equipo del Dr. Mariano Sanz, quien a día de hoy es un referente internacional de todo lo relacionado con la patología periodontal y su principal labor es investigadora y docente en esta línea. El otro, fue realizado por el equipo del Dr. José Nart, director del Máster de Periodoncia de la Universidad Internacional de Cataluña.
Fotografía tomada en el Simposio de BQDC en Madrid.
Firma de la foto: Germen Coll