Desde hace un tiempo, es habitual en algunas clínicas dentales punteras el uso de plasma rico en plaquetas o factores de crecimiento para la regeneración de tejidos y la recuperación de la funcionalidad de las zonas afectadas.
Es especialmente útil en pacientes con defectos periodontales o con pérdida de hueso. Sus principales efectos son la mayor rapidez en la integración del implante en el hueso, una mejora de la cicatrización, el descenso de la inflamación, el dolor y las complicaciones post-operatorias, por lo que tienen numerosas ventajas, tanto para el profesional como para el paciente.
El Dr. João Caramês, director médico del Instituto de Implantología de Lisboa y socio de BQDC, destaca que este sistema supuso una revolución en Odontología y en la Medicina en general, aunque en los últimos meses en su clínica están usando más una nueva técnica, más novedosa y con mucho potencial: la fibrina rica en plaquetas y leucocitos (LPRF).
Dentro de las investigaciones y avances médicos centrados en la recuperación y regeneración de los tejidos, se empezó a estudiar y utilizar el plasma rico en plaquetas y factores de crecimiento por sus propiedades estimuladoras. La utilización de LPRF supone un paso más, con el objetivo de simplificar la técnica, mejorar resultados y minimizar inconvenientes.
LPRF es una combinación de fibrina (proteína fibrosa) rica en plaquetas y rica en leucocitos obtenida a partir de la sangre del paciente. “En nuestra clínica lo usamos muchísimo. Es una técnica prometedora y muy útil en muchas situaciones”, explica el Dr. Caramês, que aclara que, sin embargo, “aún no existe mucha evidencia científica”, aunque en su experiencia personal los resultados son muy positivos.
Con este sistema, destaca el Dr. Caramês, los factores de crecimiento son liberados más lentamente a lo largo del tiempo y optimiza la cicatrización, siendo muy importante en la regeneración de tejidos blandos y duros.
Su técnica de obtención consiste en la extracción de sangre del propio paciente y su inmediata centrifugación. De aquí se obtiene una membrana de fibrina fuerte, formada por células del paciente enriquecidas con factores de crecimiento y proteínas que se colocará en la zona que se quiere regenerar.
La principal ventaja del LPRF frente al plasma rico en plaquetas (PRP) es que LPRF presenta una mayor cantidad de plaquetas y leucocitos, así como de factores de crecimiento. Además, según explica el Dr. Caramês, es una técnica más simple, que no requiere de aditivos.
“El LPRF es muy útil, te puede sacar de un aprieto quirúrgico y puedes cambiar la vida de los pacientes”, destaca el Dr. João Caramês, que añade que aporta un valor añadido muy importante. “Es prometedor, pero con cautela”, matiza.