Un grupo de investigadores acaba de publicar un estudio en el que establecen que hay una asociación significativa entre la bacteria Porfiromona Gingivalis y las características, diferenciación, metástasis y supervivencia del cáncer de esófago.
Esta es la primera vez que se relaciona la bacteria de la enfermedad de las encías (periodontitis) como factor de riesgo de uno de los tipos de cáncer de esófago más común, el carcinoma esofágico de células escamosas (CECA).
La investigación la han llevado a cabo desde la Facultad de Odontología de la Universidad de Louisville, en Estados Unidos, y la Universidad de Henan de Ciencia y Tecnología en Luoyang, China, y ha sido publicada en la revista Infectious Agents and Cancer.
El estudio se ha realizado con 130 pacientes, 100 de ellos tenían la enfermedad y 30 no, y los investigadores concluyen que la bacteria de la enfermedad de las encías estaba en el 61% de las muestras tomadas.
Estos primeros resultados son importantes, según señalan los autores del estudio, porque éste podría ser un nuevo factor de riesgo para el cáncer de esófago y, además, podría utilizarse como un biomarcador más a la hora de hacer un pronóstico de la enfermedad.
En este sentido, destacan también que se debe continuar trabajando porque si estos resultados se confirman, la erradicación de la bacteria Porfiromona Gingivalis ayudaría a reducir el número de personas con este tipo de cáncer de esófago. Así, mencionan en su publicación la mejora de la higiene oral para reducir el rieso de esta enfermedad y su detección en la placa dental puede identificar posibles pacientes, aparte del uso de antibióticos u otras estrategias anti-bacterianas que podrían prevenir su avance. Leer más información sobre la bacteria y el cáncer de esófago (Inglés)
Causas del cáncer de esófago
No sabe exactamente qué causas hay detrás de esta enfermedad, pero sí se conocen algunos factores de riesgo como el tabaco, el alcohol, la irritación a largo plazo del revestimiento del esófago, como ocurre con el reflujo, el esófago de Barrett, la acalasia, el síndrome Plummer-Vinson, o la cicatrización por la ingestión de lejía, que pueden causar daño al ADN, según señala la Sociedad Americana de Cáncer.
Incidencia
Es el cuarto tumor más frecuente del aparato digestivo, está entre los diez cánceres más frecuentes en el mundo. En el ámbito europeo, España está en un término medio, según los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la incidencia es de 2.090 casos, el 84% de ellos en hombres. La edad más frecuente está entre los 55 y los 70 años, siendo muy poco frecuentes en personas con edades inferiores a los 40 años.