La sensibilidad dental es una dolencia muy común en los adultos, sobre todo entre aquellos de edades comprendidas entre los 25 y los 45 años, aunque puede aparecer a cualquier edad. Se trata de un dolor agudo, pero de corta duración que aparece como consecuencia de estímulos térmicos, como alimentos o comidas fríos o calientes, químicos, como sustancias excesivamente dulces o ácidas, o táctiles, como, por ejemplo, la presión táctil, al cepillarse los dientes o al acudir al dentista, etc.
La sensibilidad es un problema muy común, ya que afecta al 25% de la población y puede derivar en otras patologías como caries o enfermedad periodontal. Se suele sentir más en los dientes premolares y en los caninos y se debe a la exposición de la dentina producida por la retracción de la encía o por un desgaste de la misma.
Factores de riesgo
Existen personas que corren más riesgo a la hora de desarrollar esta patología, ya sea debido a hábitos alimentarios, prácticas nocivas para los dientes, etc. Entre los factores que pueden desencadenar esta dolencia es preciso destacar:
- Técnicas inadecuadas de higiene bucal.
- Uso de cepillos dentales con filamentos duros.
- Empleo de pastas dentales abrasivas.
- Personas que sufren bulimia o anorexia.
- Personas con periodontitis.
- Personas diagnosticadas con recesión gingival.
- Consumo de bebidas como el vino, la cerveza, las bebidas de cola, el zumo de naranja y de manzana, el café, etc.
- El bruxismo o rechinamiento de dientes.
¿Cómo tratar la sensibilidad dental?
Si la causa de la sensibilidad se debe a la exposición de la dentina, existen multitud de tratamientos encaminados a reducir la sensibilidad, tanto en clínicas dentales como en casa. Entre ellos se pueden destacar:
- Aplicación de barniz de flúor en las zonas más expuestas. De esta manera se fortalecerá la dentina y el esmalte.
- Aplicación de flúor en espuma o en gel.
- Utilizar un cepillo dental con cerdas suaves.
- Emplear una crema dental poco abrasiva.
- Cepillar los dientes de forma correcta.
- Utilizar una crema dental con alta concentración de flúor.
Consejos para evitar el desarrollo de sensibilidad dental:
Existen una serie de medidas que debemos seguir para evitar desarrollar esta molesta patología.
- Suprimir o reducir la ingesta de productos ácidos de nuestra dieta.
- Informarnos acerca de las mejores técnicas de cepillado para no dañar tus dientes.
- Corregir malos hábitos como usar palillos o cortar hilo con los dientes.
- Utilizar férulas de descarga en el caso de padecer bruxismo.
- Visitar al odontólogo al menos una vez al año.
- Llevar a cabo una correcta higiene bucal.
- Evitar cepillar los dientes inmediatamente después de haber ingerido alimentos ácidos.
Suavizar los cepillados dentales (realizar movimientos suaves o utilizar técnicas vibratorias poco agresivas).