Al igual que el embarazo, en la menopausia el cuerpo de la mujer presenta una serie de
cambios hormonales, que pueden afectar en mayor o menor medida a la salud bucal.
La alteración de los niveles de progesterona y estrógenos hace que la mucosa y encías se
puedan ver afectadas en muchas ocasiones.
Pueden aparecer diversos problemas como gingivitis (inflamación de las encías), aftas o
síndrome de boca ardiente entre otros. Por esto sería conveniente revisiones periódicas para prevenir la aparición de estos síntomas.
La boca ardiente, concretamente, se presenta con una clínica de quemazón y ardor en la
lengua. Esto repercute en una sensación de mal aliento, dificultad para digerir alimentos y sequedad de boca.
Acudir a la consulta ante el menor síntoma, hace que los efectos de este trastorno se
minimice y que se pueda combatir con estimulantes salivales o tratamientos combinados con antisépticos como la clorhexidina, eso sí, siempre bajo la supervisión de un profesional.