La prevención en el cuidado de dientes y boca empieza desde el inicio de la vida del bebé. Incluso cuando no tienen dientes. El cuidado de su boca y sobre todo de sus encías que serán la base de toda su salud bucodental el resto de su vida.
Desde BQDC iniciamos programas de prevención para poder hacer llegar a la población la importancia del cuidado bucodental para evitar enfermedades en boca y dientes, por ello queremos hacer partícipes a todos los padres de algunos consejos para evitar que sus hijos desarrollen enfermedades bucodentales.
Como decíamos mientras son bebés debemos cuidar sus encías, para ello las limpiaremos con una gasa estéril tras cada toma de leche. Es especialmente importante no dejar al bebé durante la noche con un biberón con ningún producto azucarado (agua con azúcar o leche), así evitaremos «la caries del biberón» cuando el bebé empiece a tener los primeros dientes.
La conocida como «caries del biberón» surge, igual que a los adultos, por la exposición a azúcares que alimentan las bacterias que destruyen el esmalte y la pieza dental. Por ello deberíamos evitar una sobreexposición a productos con alto contenido en azúcar. Además a partir de que el bebé tiene la primera pieza dental debemos empezar a cepillarle los dientes con un cepillo adecuado al momento de su evolución.
Estos dientes van a empezar a salir entre el quinto y el octavo mes, y es cuando debemos sustituir la gasa por el cepillo para bebé que podrá encontrar en farmacias. En esos momentos el bebé puede sentir mucho dolor ya que la salida de estos primeros dientes suelen ir acompañadas de procesos de inflamación que pueden llevar a síntomas como fiebre, diarrea, babeo, mucosidad… Para paliar estos efectos podemos dejar que el niño muerda mordedores o similares fríos.
Este proceso durará hasta los 3-4 años aproximadamente, y la primera visita al odontólogo debería realizarse antes de ese momento, pero se hace especialmente necesaria cuando ya se dispone de toda la dentadura, donde se comprobarán la posible existencia de caries, afecciones en las encías o malposición dentaria. Además podrá detectar si existen carencias en la salud bucodental del pequeño pudiendo dar recomendaciones para mejorar.
De todas maneras se recomienda que se examinen regularmente los dientes del bebé para poder detectar, incluso antes de la visita al odontólogo, cualquier problema. Unos dientes saludables tienen un color blanco uniforme, si detecta cualquier mancha o alteración, acuda al odontólogo.